no me culpen

Recuerdo que ese día Salí como siempre despistado de mi casa, eran alrededor de las 6:30 AM, había llovido y el ruedo de mi pantalón siempre largo ya se estaba empapando, siempre me han gustado los días de lluvia, mas bien los minutos antes de que caiga la lluvia, el olor a humedad, el cambio de temperatura, las fuetes brisas y esa sensación inexplicable que me hacen recordar las canciones de los grupos de rock de onda mas europeos.

Al subir al coche y ver la lluvia caer me di cuenta que en realidad los días de lluvia me llenaban de melancolía, pretendía llevar una vida normal disfrutando de los placeres de la pobreza (que ya me están hartando) y mi sentimiento antiimperialismo heredado de los medios, a mita de camino pensé en mis amigos, en los nuevos y en los no tan nuevos que a veces se vuelven mas necesarios e imprescindibles que los viejos amigos hasta que estos se convierten en viejos amigos y hay que empezar otra vez, pero basta de filosofía.

Todo lo que he escrito hasta ahora se debe a que lo que en realidad quiero decir, no lo puedo escribir y me envuelvo en la retórica pero ahí les va mi análisis.

Todos por mas antisociales que pretendamos ser tenemos amigos, amigos de muchas clases: esta el que has visto dos o tres veces y le dices amigo, esta también el que no quieres que sea tu amigo pero siempre esta cerca y no encuentras como decirle largo, también están los amigos por temporada, los amigos de la infancia, los del club, los de la escuela, los que se alejaron y ya no son tus amigos.

Todo esto que he escrito se debe a que todavía no puedo escribir lo que quiero contar.
En fin es tarde y hoy tengo sueño y eso hay que aprovecharlo, ADIOS.

Si alguna ves te he dicho que te voy a decir algo y ves que estoy dando tantas vueltas en que en realidad eres mi amigo(a).

Siento no poder escribir lo que me propuse al principio pero no es la primera vez que te lo hago, ya me conoces y aunque no lo quiera aceptar me entiendes. GLLDA…